
La ley del más fuerte
de: L. Claudette Conde E.
Sigilosamente se deslizaba por el suelo húmedo de la selva, no apartaba su mirada de aquella presa que se postraba ante sus ojos. La vegetación cosquilleaba su lomo y acariciaba sus patas aterciopeladas; sin desconcentrarse, se acercaba lentamente hasta que tuvo frente a él aquel distraído venado, saltó sobre él para atraparlo con sus garras. Sin percatarse de la presencia de un cazador que lo asechaba, mostró su cuerpo ocre, y aquel hombre, al verlo, alzó su rifle de salva y… El tigre perdió su alma, y ahora es sólo un ser inerte. Su existencia se convirtió en circo y su libertad en prisión.
Hola liz que buena onda que tengas un blog!!!!!
ResponderEliminarSoy miriam la del vancouver..
LA COUSINILLA!!! te voy a leer ..
HOLA LIS
ResponderEliminar¿QUÈ TAL, TODO BIEN?
TE MANDO UN ABRAZO Y UN BESO
NO DEJES DE ESCRIBIR Y SIEMPRE DEFIENDE LO QUE HACES
ISRA