10 de junio de 2015

Cada escritor tiene sus lectores

Estoy convencida de ello, porque al leer a algunos autores nuevos o a quienes desean escribir, me he dado cuenta que se utilizan menos los recursos literarios, como: metáforas, figuras literarias, entre otros. Ya es más común ver estilos sencillos. Quizá, en la actualidad, es lo que se necesita para generar lectores; estar más cerca de ellos y del lenguaje que utilizan. 

   En lo personal, prefiero obras que me permitan imaginar, ver y sentir la historia, a aquellos escritos que me digan las cosas sin darme oportunidad de visualizarlas en mi mente y cuerpo. Es decir, disfruto más una narración donde a través de imágenes me provoque sensaciones, por ejemplo: el ambiente cálido rodeaba el lugar, mi boca reseca ansiaba un trago de agua. A: hacía mucho calor y tenía sed. Porque de esa forma, realmente, vivo lo que ocurre en la novela o en el cuento, me lo imagino, y la lectura se vuelve increíble, pues viajo a ese universo alterno y me interno en él, pareciera que soy parte de esa nueva dimensión. En cambio, al sólo leer algo como la segunda frase, lo interpreto como está escrito alejándome de los sucesos y de los personajes, para mí se convierte en un texto frío sin nada diferente que ofrecerme.

     En algunos talleres literarios en los que he estado, la mayoría ya no comprende la forma de escribir con imágenes o figuras literarias, ni lo considera un estilo atractivo, prefieren lo simple. Lo cual, está correcto porque, como dice el título: cada escritor tiene sus lectores. Y, mientras algunos disfrutan más las narraciones sencillas, otros aman aquellas que los retan a pensar y a utilizar la imaginación.

    Lo que sí se me hace curioso es que algunos talleristas y escritores critican a los Best Sellers por no tener una propuesta literaria como los clásicos o como los grandes autores; pero, al escuchar a los nuevos talentos optan más por los que utilizan un lenguaje sencillo y simple, que por textos con estilo y complejos. Y eso, a mí se me hace contradictorio, pero considero que el arte, en todas sus manifestaciones, es subjetivo, depende de lo que a cada intérprete le agrade o le complaza. Por mi parte, yo disfruto ambos, aunque me agraden más aquellas historias que me permiten penetrar en ese universo, a través de sensaciones. Eso, porque la lectura es una de mis pasiones, al igual que el conocimiento. A mí me gusta leer y analizar cada libro, disfrutarlo al máximo, ver más allá de lo escrito; pues considero que toda obra tiene algo que decirme.

    Concluyo con una observación, sobre todo para los nuevos autores o personas que desean convertirse en escritores, siempre hay que recordar cuatro cosas fundamentales:
  1. La paciencia es la base: porque el escribir debe ser constante, corregir los textos indispensable y ser publicado un largo camino.
  2. La humildad como bandera: porque un texto siempre es mejorable y superable, y al escuchar los comentarios de otros, se puede lograr una excelente obra literaria.
  3. Cada escritor tiene sus lectores: porque habrá personas que te lean a quienes no les gustará tu obra, que te criticarán o te desanimarán. Pero, habrá otros a quienes les fascinará tu forma de narrar o tu poesía, te seguirán y se convertirán en tus admiradores.
  4. Encuentra tu propia voz y estilo: porque en eso estará inmersa tu originalidad creativa e identidad como escritor.