15 de noviembre de 2007

Libro: Lágrimas de Cristal

La estrella perdida
de: L. Claudette Conde E.

En una noche de luna llena,
mi corazón se estremeció
al ver que en el firmamento
faltaba una estrella; era
la estrella del amor,
la libertad y la felicidad;
llegó un cometa
y calmose mi corazón
al éste decirme:
"no te preocupes, la estrella
que falta la tomó Dios".

Libro: Lágrimas de Cristal

El rostro del amor
de: L. Claudette Conde E.


Una noche al estar mirando el cielo,
vi una estrella,
la cual tu rostro reflejaba,
recordé el resplandor de tu mirada
al decirme ¡Te Quiero! y pensé,
¿quién más podría hablar en serio,
sin tener que ocultarse en el universo?

A veces se distinguía en tu rostro,
un tono de tristeza que exclamaba:
¡me han olvidado!
Mi corazón sintió exprimirse
de dolor, al ver una lágrima cristalina
recorriendo tus mejillas,
tomé la lágrima y dije: si es verdad,
¿cómo es que ahora yo te veo en el cielo?

Me preocupo por ti y siento en el alma
un gran cariño hacia ti, queriendo
tomarte entre mis brazos, para estar juntos
y recorrer el mundo creciendo los dos,
yo para ti y tú para mí;
pasando todo obstáculo en la vida
manteniendo firme nuestro amor.

Al oír mis palabras, vi como descendías
de tus pensamientos inauditos,
te dirigías hacia mí, me tomabas la mano
y empezábamos a recorrer el mundo;
tú me decías, Te Quiero, y
yo te decía, Te Amo.

Llegábamos a lo alto, al firmamento,
y ahí se reflejaba
el rostro del amor,
de nuestro amor.

Libro: Lágrimas de Cristal

Esa Mirada
de: L. Claudette Conde E.


Cada noche que pasa
y no estás aquí conmigo,
pienso en ti; no dejo de
recordar la mirada penetrante
del primer instante
en que nos conocimos.

Esos ojos tristes, cansados,
llenos de soledad, me dejaron
introducirme en tus pensamientos,
sentimientos, llegando a tu corazón,
fundiéndome contigo.

Es difícil describirte lo que sentí,
quizás también lo sea para ti.
Amor, lo presentí y no hallo
forma de justificar lo que siento,
por ti, todo es real.

Esa mirada inolvidable, me mostraba
tu interior, tan tierno,
pero miedoso para amar.

Intentamos evadirla, era tan
profunda y sincera que venció;
aguardamos un poco más,
llenándonos uno del otro; pasó
el tiempo, no queríamos separarnos,
ya no deseábamos huir.

Cada momento- enlazados,
recorriéndonos, invadimos cada uno
la prisión del otro.

Todo continuó, la oscuridad
me dejó descubrir la luz
del amor que nos unía.

Nos empapamos de llanto,
inundando así nuestras mentes
de ilusiones desmoronadas,
al saber que no podríamos estar
juntos por mucho tiempo.

Mundos distintos; tinieblas
esparcidas que nos impedían
ver el brillo esperanzado
del reencuentro.

Sólo queda decirte que:
estás tan cerca, pero a la vez
tan lejos de mí, que tengo
miedo de perderte y no fundirme
de nuevo en tu mirada.
¡No me olvides... vuelve a mí!

Libro: Lágrimas de Cristal

Sombras del ayer
de: L. Claudette Conde E.


Siempre estaba cerca,
muy cerca y ahora
tan lejos está, que
cada amanecer
me parece fugaz.
Mi amor es abstracto,
como un sueño;
imaginario, lejano,
misterioso y glacial.
Su recuerdo es distante;
mi cariño, antiguo,
sombrío y cobarde.
Ya la adversidad
entre los dos
es estrecha
e interminable.
El antiguo y cálido
amor que sentía,
ahora está en fase
de partida, de ficción,
es sólo una ilusión.

Libro: Lágrimas de Cristal

Cenizas
de: L. Claudette Conde E.


Entre mis brazos,
vives, y cada noche,
a mis sueños vuelves.

Quisiera olvidarte,
pero no lo consigo,
pues tu recuerdo invade
todos mis sentidos.

El fuego de mi amor,
me acoge entre sus llamas
y desearía escapar,
para no volver jamás.

Pues en tu memoria
enciendes un vacío
interminable,
que te ausenta
de mi alma.

Creando así, que la
neblina de mi recuerdo
me convierta, ante ti,
en una sombra más
de tu eterno y débil pasado.