Cuando el niño se refleja en un personaje o una situación, encuentra algunas respuestas que le ayudan a entender a otros y el mundo que le rodea, debido a que su pensamiento está más cerca del pensamiento inconsciente (Instintos. Principio: el placer. Imaginación, ensueño y deseos. Incomunicable mediante el lenguaje verbal, más imágenes. Evocando a través de símbolos y mitos) que del lógico. Según la psicología de Piaget, el pensamiento del niño hasta los siete u ocho años, permanece penetrado de tendencias lúdicas y no deja de creer en sus ideas como realidades inmediatas, por ello su constante afirmación: "lo sé". El niño coloca la realidad sensible y la imaginaria en el mismo plano; para él las palabras y el pensamiento verbal están cargados de afectividad, tienen aspecto mágico, van ligados a formas especiales de sentir y actuar.
Dada esa forma del niño de entender su entorno, es importante que como escritor, logremos un vínculo emocional entre el pequeño lector y los personajes de una historia, y se logra mejor a través de imágenes, símbolos y mitos. Porque el niño siente antes de pensar.
El niño se adapta mediante esquemas psicomotores, por lo que se necesita interactuar con ellos, a través de acciones o imágenes más que palabras; he ahí la razón por la que disfrutan tanto un cuenta-cuentos o una lectura hecha por terceros.
También, utiliza la proyección, es decir, atribuye a otros los sentimientos propios o peculiaridades; o la introyección, o sea, se atribuye los elementos de otros. Por ello, se le facilita comprender el mundo a través de la Literatura, logrando una identificación completa, gracias a los símbolos sensoriales o visuales. Para ellos, la realidad externa reina sobre la interna, y todo es posible, incluso la magia. Ésto nos explica porque les atrajo tanto la saga de "Harry Potter", además de su plena identificación con el personaje principal debido a que la historia refleja la vida cotidiana de cualquier chavo de once años: la escuela, la familia, los amigos, la "incomprensión" de los adultos, el niño que siempre molesta a los demás y se vuelve rival al poseer misma fuerza y liderazgo, y por último, la serie de aventuras que viven libro tras libro y que Harry crece junto con ellos. E incluso, por la lucha entre el bien y el mal que existe en varios cuentos infantiles; ya que el niño, especialmente, el niño pequeño, le atribuye intenciones morales a las cosas: todo es bueno o malo, actúa bien o mal. Actualmente, esa oposición ya no se refleja explícitamente en los libros para niños o ya no existe; pues la Literatura infantil ha avanzado y prefiere tocar temas más cercanos a ellos, creando situaciones semejantes a las que los niños viven día a día, para generar vínculos emocionales y afectivos, y los problemas les sea más fáciles de asimilar.
Debido a eso, considero que desde pequeños se les puede inculcar el amor a la Literatura y el respeto por los libros, porque son los seres que mayor sed de conocimientos tienen, así como de encontrar respuestas en otros, que, a veces, no comprenden por sí mismos. Y es mejor que sea a través de un cuento escrito para ellos, que despierte su imaginación y creatividad, el cual, los jóvenes y adultos también pueden disfrutar, de una forma distinta, que les podría ayudar a resolver algunos conflictos presentes o pasados
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