¡Buenas Tardes! Antes que nada, les comento que no he podido publicar tan constante porque he andando vuelta loca con la presentación del libro infantil El Dragón Bebé y otros proyectos que, poco a poco, se irán enterando. =)
El día de hoy le quiero dedicar unos minutos a lo que significa para mí: escribir para niños. Es una fascinación, me encanta, realmente es una actividad que me llena de satisfacción y de alegría. En especial cuando los niños recuerdan a los personajes, o la historia que escribí pensando en ellos. Es un reto increíble porque hay que crear universos, personajes y situaciones que les ayude a identificarse para que disfruten más la lectura; el escritor debe lograr involucrar e interesar tanto al niño que éste no quiera parar de leer, o incluso pregunte si habrá una segunda parte, lo cual ya me pasó, tengo una pequeña admiradora que anda ansiosa porque llegue El Dragón Bebé, segunda parte; o algún otro título que narre las peripecias de Flama y sus amigos. Recuerdo, también, que en una de las presentaciones de Submarinos de Papel, una niña preguntó muy preocupada qué había pasado con la personaje principal del cuento La Morada y su libro de libélulas, y otro pequeño lector comentó que él se sentía como la niña del cuento Identidad, y que le agradó que al final la hayan aceptado como era. Ese tipo de anécdotas son las que me motivan a seguir escribiendo para ellos, porque les ha gustado mi obra, se han divertido con ella, la disfrutan y recuerdan.
Escribir para niños, es una experiencia lúdica para mí, porque tengo que recordar cómo fue mi infancia, observar a los niños para saber cómo es su mundo ahora, jugar con las palabras, los personajes e imaginar quiénes podrían leer el cuento, la pequeña novela o el poema, cómo se sentirían, qué sería de su interés para mantenerlos atentos, cómo deben ser los personajes para que les sean atractivos, entre otros recuerdos y pensamientos.
Cuando escribí El Dragón Bebé, me imaginé a los niños interactuando con la historia, busqué la manera para que ellos se sintieran parte de las aventuras de Flama y desarrollaran su imaginación, su creatividad e incluso se movieran para divertirse con lo que sucedía. Desarrollé una forma de leer distinta, con actividades tanto manuales como motrices, para que a través de la narración ellos se sintieran motivados a leer más y más, a ser el personaje principal o generar su propia historia. Espero que sea una pequeña novela que, ahora que comienza su camino, ahora que se rebela ante el mundo... atrape tanto a niños como a adultos. =)
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