La Literatura y mi infancia

Hoy, les quiero platicar algo muy peculiar, hace poco hice un recuento de los libros infantiles que tengo y me sorprendió que aún conservo varios de cuando yo era pequeña. Sé que una de las razones por las que amo la Literatura, es porque mis papás me involucraron con ella desde bebé, pues me leían todas las noches, era fabuloso dormirse y soñar con esas historias e imaginar a los personajes que en ellas habitaban. Por esa huella tan emocionante que dejaron algunos cuentos en mí, considero que es increíble compartir con los niños esos momentos. 

     Dentro de las historias que me leían están: "La princesita muerta y los siete paladines" - "El rey Saltán" ambas de Alejandro Pushkin; "Aymeduele" de Kornei Chukovski, los tres escritos en verso y fáciles de memorizar, por lo que he comentado en publicaciones anteriores, que a los niños pequeños les encantan las rimas y la musicalidad que eso genera, el favorito de mi hermana y mío era el de Kornei, pues hablaba de un veterinario muy amable y de sus aventuras para cuidar a los animales, pronto les compartiré un video en youtube con la lectura de ese cuento. También, nos leía "El principito" y libros que nos gustaba coleccionar o nos regalaban.

     Los libros que aún conservo de esa época son varios, mencionaré algunos, lo que me gustaba de ellos. La diferencia con los que tengo actualmente en mi biblioteca es que ahora, ya son pocos los libros que quieren educar al lector, sino que más bien, utilizan las vivencias de los niños para transmitirles algo y que ellos se identifiquen más fácil con los personajes y las situaciones. Cada uno de ellos, llegó en etapas diferentes, pero fascinantes todos en su momento, y aún, a veces, cuando los leo, me transporto a ellas.

Serie "Manchitas" de Editorial Trillas: Eran libros pequeños donde cada color era un personaje y contaba su historia, entonces aprendías los colores de una manera divertida. Ejem: "Azul Marino", "Blanco Aparicio", "Marrón Ratón", etc. 

"Colección Serendipity" de Fernández Editores: Eran libros en tamaño media carta, todos eran fábulas, es decir, traían alguna moraleja al final. Nos gustaban mucho por todo lo que les pasaba a los personajes y aprendías alguna lección, a veces te reflejabas en el personaje y otras entendías alguna situación, como a no ser egoísta o ser compartido con los demás o aceptarte y aceptar a los demás como son. Ejem: "Serendipity", "Pegasita", "Kartusch", etc.

"Elige tu propia aventura" de Editorial Timun Mas, eran libros donde ibas leyendo y de repente, tenías que escoger un camino u otro, y según lo que creyeras mejor, saltabas a la página que indicaba el texto. Son una versión infantil-juvenil de "Rayuela" de Julio Cortázar. Eran muy entretenidos, porque a veces te equivocabas y tenías que aceptar las consecuencias de lo que elegiste y, otras lograbas salir librado. La verdad nos divertíamos mucho, porque queríamos seguir leyendo hasta seleccionar el mejor final.

"Belleza negra", Anna Sewell de Editorial Navaro-México. Pertenecía a una colección titulada "Clásicos de oro ilustrados". Una de las ediciones más antiguas que tengo, el papel ya se ha puesto amarillo, pero era una historia muy linda y triste que me gustaba mucho, pues me agradan los caballos, y por eso la conservo.

"Masha se pelea con la almohada", Galina Lébedeva de Editorial Progreso. Es la historia de una niña que no podía dormir y decide salirse para buscar aventuras porque ya estaba cansada de siempre tener que acostarse. Era divertido todo lo que le pasaba, además creo que varios, de niños y quizá aún de adultos, nos identificamos con un personaje así. Alguien que prefiere estar despierto porque hay mucho por descubrir.

"Pluvio aprende ecología", Sara Gerson de Goldsmit, de Editorial Trillas. Eran libros a todo color, que narran las historias de Pluvio, un personaje que viaja y conoce lugares distintos, pero relacionados con la naturaleza. Nos gustaban mucho porque aprendíamos de lugares lejanos, difíciles de visitar, pues te mostraba cómo era el lugar y a sus habitantes. Ejem. "Pluvio recorre las Islas Galápagos", "Pluvio recorre las praderas africanas", "Pluvio conoce el desierto", etc.

     Estos son sólo algunos de los que guardo como recuerdo, como una muestra para entender los cambios en la Literatura Infantil o lo que aún permanece, pero con enfoques distintos. Además, como un viaje a ese niño interior, que muchas veces olvidamos por el ritmo de vida, porque nos da pena sacarlo o porque está lastimado; y yo, considero que la Literatura, puede ser un detonante para, algunas veces, solucionar conflictos internos o ayudar a los pequeños a resolver dudas o problemas que puedan tener. Debemos recordar que, todos, alguna vez fuimos niños y jugar es parte del aprendizaje y de la vida misma.