29 de septiembre de 2014

¿Qué es el mexicano?

de: L. Claudette Conde E. 

Yo pienso que México no tiene identidad, es un país que ha perdido su libertad por las influencia del extranjero; aún no encontramos la esencia del ser mexicano. México vive en un proceso erróneo, porque busca su cambio a través de la imitación y asimilación, concretamente en los Estados Unidos.

   Desde mi punto de vista, no defendemos nuestras raíces, que quizá se encuentran en el México prehispánico, preferimos enterrarlas; no buscamos información de nuestra vida, de nuestra historia. En la mayoría de los mexicanos se percibe un complejo de inferioridad, porque vivimos en una crisis existencial como nación, nos resalta ese aspecto las siguientes características: inseguridad, desconfianza de sí mismo y de la sociedad.

   Concuerdo con la opinión de algunos especialistas que han estudiado a la sociedad en nuestro país, es decir, México se encuentra entre dos planos superpuestos, entre la tradición y la modernidad, el primero considera un anti-valor y el segundo como un valor supremo. Generalmente, los valores asociados a la modernidad, son los que suscriben las naciones primermundistas y están orientados al logro individual como: productividad, competencia, nacionalidad, progreso, optimismo, cambio y generar la propia tecnología; la mayoría de ellos constituyen al desarrollo económico. En cambio, varios de los valores tradicionales como: cooperación, ineficiencia, emoción, religiosidad, pesimismo y fanatismo, tiende a retardarlo. Al contraponer ambos conceptos se demuestra la falsedad del dilema, porque son totalmente opuestos y al darle mayor importancia a uno, eliminamos el otro, creando una inestabilidad nacional; como consecuencia de ellos, durante el proceso de evolución de una sociedad, se pierde la identidad nacional, provocando sentimientos de : angustia y desubicación, que a su vez, trae consigo una crisis de valores.

   Octavio Paz comenta: "La Independencia de México fue la negación de lo que habíamos sido desde el S. XVI: no fue la instauración de un proyecto nacional sino la adopción de una ideología universal ajena del todo a nuestro pasado. Al principiar el S. XIX decidimos que seríamos  lo que eran ya los Estados Unidos: una nación moderna. El ingreso a la modernidad exigía un sacrificio: el de nosotros mismos. Es conocido el resultado de ese sacrificio: todavía no somos modernos pero desde entonces andamos en busca de nosotros mismos".

   Como mexicanos nos hace falta la apreciación de nuestras raíces, el fomento de la autoestima y la evasión del conformismo. Triunfaríamos como nación a través de una planeación que rebase los ciclos sexenales, centrándonos en la realidad, en los problemas nacionales y en nuestra posición en el contexto internacional.  Creo que ya basta de echarle la culpa al gobierno que, ciertamente, tiene mucha influencia de los que pasa en México, pero la realidad es que los ciudadanos no cuidamos nuestro país ni nos interesa saber más allá de lo aprendido en la escuela, preferimos decir: "alguien más lo hará", "todo mundo lo hace", que ver la manera de lograr salir adelante. Por ejemplo, exigimos que no se inunden las ciudades, sin embargo, varios siguen tirando basura en la calle. Pedimos respeto, pero la mayoría no se lo da a los demás: estacionan el carro en el lugar de los discapacitados, pocos le dan paso al peatón, el peatón no cruza por los puentes, insultan a otros, etc. Por otro lado, algunas empresas exigen que trabajes más de tu jornada laboral, pero te pagan poco o te registran bajo un sueldo menor, pocos estudiantes le echan ganas a la carrera, algunos profesores eligen no prepararse pero exigen que les paguen mejor y dejan a los estudiantes sin clases; y así, podría seguir enumerando más cosas.

   No se han preguntado ¿Por qué otros países sí logran salir avantes y México no? Quizá, una manera de saberlo sería que cada quien haga una reflexión sobre sí mismo y su entorno. Para ver ante que circunstancias somos indiferentes o actuamos de una u otra manera, saber si somos congruentes con nuestros pensamientos y nuestros actos. Leer libros con deseos de analizar lo ahí escrito, como: "El laberinto de la soledad" - Octavio Paz, "Cuentos chinos"- Andrés Oppenheimer, entre otros.

   Definitivamente, considero que es necesario aprender más allá de los errores y cuestionar el mito de la modernidad. "Debemos diseñar el modelo de país que deseamos a partir de los auténticos valores nacionales", ("Los valores de los mexicanos -entre la tradición y la modernidad-", Enrique Alducin Abitia, Ed. Fomento Cultural Banamex, A. C.).


* Nota: este ensayo lo escribí en Septiembre de 1999.
Hoy aumenté algunas cosas, pero me di cuenta que aún pienso igual,
sólo que cada vez obtengo más información y cada libro que leo,
me sigue generando reflexionar sobre nuestro país.
 Incluso, la conferencia de un amigo (Adrián Gutiérrez Avila) titulada: 
"Cómo ser un mexicano exitoso", me ha dejado una huella,
pues coincido con él en varias cosas.
Ojalá, algún día, logremos ser una gran nación.


No hay comentarios:

Publicar un comentario